RESEÑA HISTÓRICA

El programa para formación de profesores de matemáticas (PFPM) denominado por ese entonces Licenciatura en Matemáticas en la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, se inició con licencia de funcionamiento según el acuerdo No. 43 del 15 de julio de 1972 emanado del ICFES, y se aprobó según el acuerdo No. 113 del 2 de julio 1976; seis años después mediante la resolución No. 1072 del 6 de agosto de 1982 el ICFES renovó la aprobación hasta el 31 de diciembre de 1987.
 
En aquella época, la comunidad en general consideraba que la formación disciplinar del profesor de matemáticas era el único conocimiento que aseguraba su éxito en la práctica profesional.  Sucedía entonces que los profesores eran formados en contenidos de las matemáticas de un nivel universitario.
 
Para 1984 la Licenciatura en matemáticas, ya había considerado dentro de su estructura curricular la existencia de otras dos componentes además de la componente matemática; la componente de pedagogía y metodología de la enseñanza y la componente de humanidades. 
 
La incorporación de estas nuevas componentes al proceso de formación de profesores y más aún la integración entre ellas no fue tarea fácil, pues la tendencia a minimizarlas ante la componente matemática generaba una resistencia al cambio muy difícil de superar. Se promulga entonces, en 1992, la reforma curricular por parte del Consejo Académico de la universidad, desde la cual se invitó a los proyectos curriculares de formación de profesores a aunar esfuerzos para superar la fuerte separación existente entre conocimiento disciplinar y la práctica.
 
 
El hecho que en ese momento nadie estuviera preparado para pensar el problema de la integración generó las tensiones necesarias para dar inicio a la consolidación de una idea que cambiaría el rumbo en la licenciatura en matemáticas en la década de los 90's.
 
El decreto 272/98: un pretexto para el cambio
 
Qué mejor oportunidad para poner en marcha las nuevas ideas sobre la formación de profesores, que el establecimiento de nuevas disposiciones legales en materia de requisitos para la creación y funcionamiento de los programas académicos en educación ofrecidos en las Universidades del país. El decreto 272 de 1998 pone en orden estas disposiciones y, en particular, establece un sistema de nomenclatura distinto para los títulos otorgados por los programas, de acuerdo no sólo con su énfasis específico sino relacionándolos directamente con niveles del sistema educativo (preescolar, básica y media).
 
Los resultados obtenidos de todos estos esfuerzos, así como las dificultades que tuvieron que enfrentar convencieron aún más a los pioneros de esta idea de que el sueño era posible; como escribieran en 1999:
 
El convencimiento de que la diferencia nos hace crecer y que todos nuestros esfuerzos por hacer realidad unos cambios en las prácticas pedagógicas actualmente existentes son importantes, nos motiva para proponer un proyecto que consideramos viable, desde lo que somos y lo que podemos hacer ahora. (LEBEM, 1999, p.11)
 
1998 y 1999 fueron años cruciales en la transición de una idea hacia un proyecto, en el que sin duda los estudiantes también hicieron aportes importantes. En el año 2000 la Licenciatura en Educación Básica con Énfasis en matemáticas obtuvo acreditación previa por parte del CNA.
 
La Licenciatura en Educación Básica con Énfasis en Matemáticas (LEBEM) se mantuvo vigente desde el año 2000 cuando recibió acreditación previa por parte del CNA, hasta  el año de 2016  y con  Resolución No. 12342 del 23 de junio de 2017 del Ministerio de Educación Nacional,  cambio la denominarse como Licenciatura en Matemáticas, conservando el espíritu de LEBEM, al considerar el currículo de formación de profesores como proyecto de investigación y organizador curricular el conocimiento profesional del profesor, desde la perspectiva de reconstructiva de la pedagogía y desde una visión del currículo  constructiva, crítica y  compleja.